sábado, 11 de noviembre de 2017

Datos del Archivo Histórico: La procesión de la Virgen del Pilar en 1895

LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DEL PILAR EN 1895


En la anterior entrada que trató sobre la figura del Padre Tarín, adelantábamos que, además de predicar la Novena, acompañó a la Virgen del Pilar en la procesión de 1895. La salida procesional tuvo lugar el domingo 13 de octubre, recorriendo en su itinerario algunas calles de la feligresía. Gracias a la documentación remitida por la Archicofradía al Ayuntamiento de Cádiz, podemos conocer por dónde discurrió y algunos datos más de aquella jornada.

En el expediente del Negociado de Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz correspondiente al año 1895, encontramos varios documentos de la Archicofradía y del propio Ayuntamiento sobre la procesión de Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza en aquel año.[1] El primero es un oficio de la Archicofradía dirigido a la alcaldía, firmado por el mayordomo Manuel Márquez y fechado el 3 de octubre de 1895, en el que comunica e invita al alcalde a la salida procesional de la Virgen del Pilar, especificando las calles de su itinerario; Amargura (dcha.), Rosa, Torre, Hospital Mujeres (dcha.) Amargura (dcha.) a su Templo.[2] El mayordomo también solicita que concurran efectivos de la Guardia Municipal para el mejor orden de la procesión.

En la respuesta de la alcaldía, además de autorizar la salida procesional se comunicaba que al alcalde le era imposible asistir a la procesión por cuestiones inherentes a su cargo, delegando su representación en el teniente de alcalde del distrito. Para velar por la seguridad, como solicitaba la Archicofradía, la Guardia Municipal estaría a cargo del orden por todo el recorrido de la procesión.

A su vez, para prever que no hubiera ninguna incidencia, la alcaldía remite un oficio al arquitecto municipal donde le comunica el día de la salida procesional y el recorrido, solicitándole informes para saber si necesitan reparaciones algunos de los balcones de las fincas enclavadas en las calles por las que transcurre el itinerario, o si se debe prohibir acceder a ellos.

El arquitecto contesta a la alcaldía el 10 de octubre, manifestando que tras reconocer las fachadas de las casas solicitadas, ha observado un preocupante deterioro en una serie de balcones que enumera a continuación, recomendando limitar el número de personas que vayan a asomarse. Es muy curiosa la relación de casas y las recomendaciones establecidas:

-          Calle de la Rosa número 1
En los balcones del último piso de esta casa no deberían asomarse más de dos personas en cada uno.
-          Calle de la Rosa, núm. 26 y 28
En el balcón cierro del piso entresuelo, no deberían colocarse más de dos o tres espectadores.
-          Calle Sagasta, núm. 53
En el balcón corrido del piso principal de esta casa no deberían asomarse más de cuatro o seis personas.
-          Calle Sagasta, núm. 63
Deberá recorrerse el vuelo de enchapadura de la cornisa, asegurando los ladrillos que se encuentren movidos, reponiendo los que falten.

Para hacer cumplir estas recomendaciones, un guardia municipal se personaba en estas casas para comunicárselo a los inquilinos, y en cuanto a las medidas de más envergadura, como la intervención a realizar en la casa de la calle Sagasta 63, se le notificaba al dueño o administrador para proceder inmediatamente a efectuar las obras indicadas por el arquitecto municipal.

 Itinerario de la procesión de 1895

Una vez cumplidos todos los preparativos, la procesión tuvo lugar el domingo 13 de octubre, saliendo de la parroquia de San Lorenzo a las cinco de la tarde. Ese mismo día, a las seis de la tarde, salía de la iglesia conventual de Santo Domingo la procesión del Rosario.[3] La procesión del Pilar discurrió sin ninguna incidencia mientras que la procesión del Rosario, en cuya comitiva iba el obispo, tuvo gravísimos problemas de orden público. Fue boicoteada por todo su recorrido, profiriendo continuos insultos y atacando físicamente a los integrantes del cortejo. No trataremos aquí ese desgraciado episodio que merece un detenido estudio. Lo que sí destacamos es el hecho anecdótico que ocurrió cuando el Gobernador Civil fue alertado de esos incidentes. Salió a la calle rápidamente buscando una procesión y algunos ciudadanos le indicaron el camino hacia la procesión de la Virgen del Pilar. Estuvo recorriendo algunas calles que no conocía por las inmediaciones de San Lorenzo sin encontrar ningún problema, hasta que encontró a algunos miembros de la Guardia Civil que también se habían equivocado creyendo que los incidentes se producían en la procesión del Pilar. Cuando por fin llegaron al lugar del suceso, a las inmediaciones de Santo Domingo, ya la procesión se había recogido y todo había pasado.[4]

            Afortunadamente, en la procesión de la Virgen del Pilar no hubo ningún problema y así lo recogió la prensa de la época: «recorrió los alrededores de San Lorenzo, entre el mayor fervor y tranquilidad, y en la que iba el Padre Tarín, que había predicado antes»[5]

Para terminar esta crónica, lo haremos con las palabras del mayordomo Manuel Márquez Fernández recogidas en el acta del año siguiente, correspondiente a la Junta anual,[6] celebrada el 26 de enero de 1896, que resumen perfectamente lo acontecido en los cultos del año anterior:

…y como el principal o mejor dicho el único objeto de esta Corporación es el mayor culto a Ntra. Sra. Titular, y permitiéndolo ya su estado, se celebró la Novena con Manifiesto, se encomendaron los sermones de ella al fervoroso y elocuente Padre Tarín y aunque hecho con la mayor y prudente economía, sacamos procesionalmente la imagen de Ntra. SSma. Madre por las calles de la feligresía.


José María Collantes González



[1] Archivo Histórico Municipal de Cádiz. Negociado de Fiestas, Caja 1444, Expediente 55
[2] La calle Sagasta se llamó Amargura desde 1855 a 1890, año en que toma su actual nombre (Smith Somariba, Guillermo (1913) Calles y Plazas de Cádiz, p. 293. Según el itinerario -cinco años después de cambiarle el nombre- todavía persistía el anterior de Amargura.
[3] Diario de Cádiz, jueves 10 de octubre de 1895
[4] La Correspondencia de Cádiz. Año XXVI, Núm. 6938. Viernes, 3 de mayo de 1901. Crónica Judicial. La Causa del Rosario.
[5] Ídem
[6] Archivo Histórico Archicofradía del Pilar de Cádiz. Apartado de Actas y Acuerdos de Juntas,  Libro IX, f. 149